Jugos prensados en frío

Conocí los jugos prensados en frío cuando trabajaba en un restaurante crudo vegano en Milán. Antes siempre tomé batidos, mi mamá me hacía muchos cuando vivía en Brasil, pero este tipo de jugos recién los descubrí ahí, viendo cómo se prensaban las frutas y verduras sin calor y entendiendo lo potente que podían ser para el cuerpo. Además, encontré una forma fácil de incorporar más frutas y verduras en el día a día.

Trabajé en ese restaurante, que se llamaba Mantra, entre 2016 y 2017. Fueron más o menos ocho meses, hasta que dejé Milán y regresé a Chile. Y fue justamente ahí donde aprendí el valor de estos jugos: cómo se hacían, por qué eran tan nutritivos y cómo podían transformar el bienestar diario. Aunque siempre traté de comer sano por mi trabajo como modelo, cuando incorporé los jugos sentí un cambio: más energía, más vitalidad, la piel más luminosa, digestión más fluida… porque un litro de jugo puede tener fácilmente un kilo o más de fruta y verdura. Es nutrición pura.

Cuando viajé por diferentes ciudades como Berlín, Nueva York, Miami, Tulum, París, Londres, Barcelona, Ámsterdam y Copenhague, me llamaba mucho la atención ver que allá es completamente normal tomar un jugo verde en cualquier momento del día. Hay bares de jugos por todas partes y la gente lo incorpora como parte natural de su rutina. Me di cuenta de que esto no era una moda, sino un estilo de vida: una forma simple y deliciosa de equilibrar el día y darle al cuerpo lo que necesita.

Y ahí también descubrí el mundo de los shots, pequeñas porciones súper concentradas con jengibre, cúrcuma, limón y otros ingredientes que dan un impulso de energía y aumentan las defensas.

Cuando regresé a Chile en 2017 vi que había algunas marcas acá. Llegué a colaborar con ellas, Living Juice y Bless, porque en ese momento hacían jugos cold pressed, y siempre imaginé que algún día tendría la propia y se llamaría The Joy Juice Co., para compartir todo este bienestar con otras personas.

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